Introducción:

En la vida competimos sin inscribirnos en un torneo, sin arbitros generalmente, sin reglas claras, sin igualdad de oponentes, por eso es más importante prepararse para competir

La vida podría compararse a una olimpiada mundial, donde habrá muchas competencias en muchas especialidades, todos participamos de alguna forma, seremos espectadores, jugadores, porristas, árbitros, técnicos, entrenadores, organizadores, patrocinadores, fans, aficionados o despistados fuera de toda la olimpiada.

 Tú eliges el deporte y al elegirlo tendrás que participar en algún torneo o si no serás un aficionado a ese deporte jugando cascaritas en tu zona. De todas formas estás en un medio dónde muchos lo practican y depende de ti,  lo que hagas y dejes de hacer.

Ubicarte puede ser el primer paso,

          ¿Qué hay?, ¿dónde estoy?, ¿a dónde quiero llegar?.

Es obvio que llegar lejos requiere cada vez de más estrategias, ya somos demasiados y cada vez hay más participantes, capacidades, torneos, premios y competencia, ésta última es la culpable de que todo sea más difícil y se requiera de estrategias para todo.

La religión, la filosofía, la psicología, la política también son deportes en esta olimpiada mundial, lo que me digas podemos hacerlo un deporte en ésta olimpiada, cada deporte tiene reglas y competencias diferentes.

Y todos buscamos hacer un buen papel en aquel deporte que seleccionemos.

El que está fuera de todo, puede que sea un oyente en algún lado participando con oír algo en algún momento de ésta olimpiada, pero si elige algo que hacer automáticamente entras a ésta  olimpiada, porque ya habrá otros que también la han seleccionado.

Si deciden no competir, bajamos a otra categoría hasta ser simples aficionados a ese deporte, pero somos jugadores de competencia en la actividad a que nos dedicamos.

No competir en absoluto nos hace competir con una división muy competida y difícil, la de los desocupados.